lunes, 6 de agosto de 2012

6 Todo lo que la Iglesia nunca dijo sobre el sexo

Lo que la Iglesia sí dice sobre el sexo:

Esto en el Catecismo.
Esto en la primera encíclica que publicó Benedicto XVI.
Esto en "La verdad del amor humano", un documento de la Conferencia Episcopal Española publicado hace poco.

La Iglesia sí dice que el sexo es entrega total y absoluta al ser amado.
La Iglesia sí dice que el sexo, para ser una relación plena, debe estar abierto a la vida.

La Iglesia NO dice que el sexo sea malo.
La Iglesia NO dice que el placer, sexual o de otro tipo, sea malo.
La Iglesia NO condena a los homosexuales. Es más, la Iglesia no condena a nadie porque no tiene potestad para hacerlo. Te puede perdonar en nombre de Dios, y como mucho te puede decir que haciendo esto o lo otro lo tienes crudo para ser santo. Pero no puede condenarte.
La Iglesia NO dice que solo se pueda tener sexo con la ropa puesta (que sí, que sí, que he oído a gente decir que la Iglesia reglamenta sobre lo que te puedes poner para tener sexo, como si la Iglesia fuera Agatha Ruíz de la Prada).
La Iglesia NO dice que solo se pueda tener sexo con la luz apagada (si lo hiciera, habría que preguntarles con cuántos muebles te tienes que tropezar para que la cosa sea "legal").

Es cierto que tal vez en la Iglesia hablamos (y digo bien: hablamos, porque la Iglesia somos todos los católicos, no solo los curas y las monjas) poco de sexo. Pero no porque sea tabú. La Iglesia es de las instituciones con menos tabúes y pelos en la lengua que he conocido (para algo seguimos a Jesucristo, que no se cortaba un pescado). En la Iglesia se habla relativamente poco de sexo porque hay cosas más interesantes de que hablar.

A Cristo le preguntaron una vez que cuál era el mandamiento más importante. ¿Sabes qué contestó? ¿Dijo acaso "No follarás con la luz encendida"? ¡¡No!! Dijo: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo". Del amor brutal que Dios nos tiene, del amor tremendo que brota por sí solo del corazón humano cuando se acepta amado, de que Cristo asoma en cada uno de nuestros hermanos, de eso es de lo que importa hablar. Así que, por favor, vamos a dejar la obsesión ya, a olvidarnos del tralarí tralará por un momento, y hablemos de lo importante.

6 comentarios:

  1. Lo que nunca llegaré a entender es el celibato. Creo que muchos curas y monjas no lo cumplen y me parece normal. Va contra natura.
    Saludos.

    V. Clavero.

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  2. Te he dejado la respuesta en el post de hoy. Necesitaba espacio :)

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  3. Susana, o tu blog lo lee poca gente (supongo que verás las entradas) o muchos sacerdotes se han mordido la lengua. Supongo que tú también verás la cantidad de prejuicios que hay sobre la Iglesia (viejas vestidas de negro dándose golpes en el pecho mientras van a misa con el cinturón de castidad puesto), pero creo que cuanto más sencillo veamos todo, y más AMOR le echemos, más grande será esta Iglesia de personas que nos consideramos MUY MODERNOS, a la última, vamos!!! a la vanguardia personal en diseño eclesiástico, jajajaja. Y ya no te cuento el magnetismo que desprendemos, vamos, a mi me has enganchado, jajaja.

    Saludos.


    V. Clavero

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  4. Bueeeenooooo... Lo de las viejas de negro es más una leyenda. Viejas sí, muchas, pero muy majas y, para la educación que han tenido, muy abiertas de mente.

    ¡Gracias! Bueno, yo la verdad es que no pretendo ser moderna. Cristo lo es de por sí. Él va siempre por delante. Yo solo intento entenderle un poquito :)

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  5. Por cierto, lo de los curas que se muerden la lengua, ¿lo decías por el celibato o por la entrada en general?

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  6. Por la entrada y participación en tu blog.

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