Pero alguno podría decir: ¿será justo ser tan felices, mientras el mundo está
tan lleno de sufrimiento, cuando existe tanta oscuridad y tanto mal? ¿Es justo
ser tan insolentemente gozosos? La respuesta es sólo una: ¡si! Porque diciendo
‘no’ al gozo no hacemos un favor a nadie, logramos sólo hacer más oscuro el
mundo. Y quien no se ama a sí mismo no puede ofrecerse al prójimo, no puede
ayudarlo, no podrá ser mensajero de paz.
Vía Todo era bueno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario