Puede que te encuentre mañana, o dentro de un rato, en cualquiera de los rincones de la Red. No sé qué estás buscando, o qué crees que buscas, pero algo de lo que he dicho te interpela y me respondes, o me preguntas.
En ese momento voy a intentar recordar varias cosas que creo que son muy importantes. Pero cuando falle, cuando me deje llevar por mis defectos y cometa errores, por favor, lee este post. Así sabrás cuál era mi intención, aunque luego me hayan podido mis debilidades:
- No te conozco: no sé por qué piensas como piensas, no sé por qué caminos has llegado hasta aquí. No soy quién para juzgarte y no voy a hacerlo.
- Aunque te conociera perfectamente, no soy quién para juzgarte y no voy a hacerlo.
- La corrección fraterna nace del amor, se hace con amor y lleva al amor. Si no estoy segura de que mis palabras te llevarán al amor, es mejor que me quede en silencio.
- No vengo aquí a presentarme a mí misma, ni lo maravillosa que soy. Si lo que te digo te habla de mí y no de Cristo, estoy estorbando.
- No vengo a presentarte unas ideas ni un sistema moral, sino a hablarte de Jesús y de su amor. Lo demás vendrá solo... y no es lo que más me importa ahora mismo.
- Es absolutamente necesario que cada día me pregunte por qué quiero llevarte a mi Señor. Si la respuesta no es "porque te quiero y quiero lo mejor para ti", no soy la persona adecuada para responder a tus preguntas.
- Puede que me ataques, que me insultes, que me faltes al respeto. Pero no voy a tomarlo como una ofensa personal. Si estás hablando conmigo, eso es algo bueno, muy bueno, y me alegro muchísimo. Lo demás es secundario.
- No estoy aquí para ganar una discusión ni para demostrarte que soy mejor que tú. De hecho, no lo soy. Lo que me importa eres tú: ¿qué necesitas?
- Repito: no soy mejor que tú. Tengo mucho que aprender de ti. Tenemos mucho que compartir. Disfrutémoslo.
¡Saludos Susana...! Maravillado ante este "diálogo" para expresar palabra alguna. Con esta actitud no ganarás discusión alguna, sino que tenderás puentes con todo tipo de pensamientos en el camino a la verdad. Gracias.
ResponderEliminar"Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón." Esto lo dijo nuestro Señor, y creo que lo estas aplicando en este escrito. Dios te bendiga mucho.
ResponderEliminarJoan, Alexis, mil gracias. Intento no estorbar demasiado al Señor :)
ResponderEliminarEnhorabuena por tus palabras, he visto a Jesús en cada una de ellas. Levantan el ánimo. Gracias!
ResponderEliminarSusana: llevo meses buscándote ¿dónde te has metido? Me encanta lo que escribes y me encantaría que siguieras haciéndolo. Tu experiencia y tu forma de contarlo es estupenda. No te pares
ResponderEliminar