Repetí esta frase durante unos quince años, durante los cuales fui dando bandazos entre el agnosticismo y el ateísmo militante. Y hoy me ha dado por preguntarme qué me diría a mí misma si pudiese volver atrás en el tiempo hasta aquellos años. Estas cosas, claro, valen para mí y puede que para nadie más. Pero te las dejo. Quién sabe.
Esto es lo que le diría la Susana de hoy a la Susana de hace quince años:
- Relájate. No tienes que tener hoy todas las respuestas. Disfruta del camino.
- Lee. Investiga. Piensa. Está bien leer a Niestzche, pero lee también a C. S. Lewis, a Chesterton. Te gustará.
- Trata con respeto las creencias de los demás. Quién sabe... tal vez no posees toda la verdad.
- Haz preguntas, dialoga. Pero también, observa a los otros en silencio, tratando de no juzgar.
- Desconfía de quien no valore tu libertad y tu forma de pensar cuando empieza a no coincidir con la suya.
- Los prejuicios te hacen sentir segura: mándalos a tomar vientos y veamos qué pasa luego.
- Ese Dios al que buscas es mucho más grande y mucho más inteligente que tú, no lo olvides.
- Ese Dios al que buscas no está allá arriba, sentado en un trono de nubes doradas. Está mucho más cerca de lo que piensas. Y te quiere con locura.
- Aunque te sientas rara, reza. Pide a otros que recen por ti. ¿Qué puedes perder?
- Atrévete a confiar. No todo el mundo trata de engañarte, estafarte o convencerte para que compres algo.
- Mira en el diccionario qué significa humildad y trata de practicarlo. No eres el centro del Universo... y no te imaginas la de ventajas que tiene eso.
- Por cierto, esa camisa negra con la chupa de cuero te queda como un tiro. Tenía que decírtelo.
Jajajajaja, lo de la chupa de cuero me ha matao! Pues a mí me gustaba tu chupa! Un besote.
ResponderEliminarCapi.
¡¡Jajajajajajaja!!! Ande andará la chupa... Un besote, ojazos.
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