No compartes mi fe, y te amo. Es un hecho (bueno, dos). Por encima de lo que no compartimos está lo que sí compartimos, y por encima aún de ello, el amor.
No pretendo hablarte de mí. No quiero que sepas lo fantástica que soy, porque tú eres mucho mejor que yo (con creces). Quiero conocerte. Quiero aprender de ti y disfrutar haciéndolo. Y quiero que conozcas a Otro de quien también aprendo muchísimo. Si tú quieres.
No trato de que adoptes mi moral porque eso me haga sentir segura. Mi seguridad no depende de lo que tú hagas o dejes de hacer, sino de Aquel en quien confío. Me gustaría que, algún día, tú tengas también esa misma seguridad. Si tú quieres.
Por favor, perdóname, porque a veces todo esto se me olvida.
¡Qué bonito, qué bonito! Gracias por escribir estas cosas
ResponderEliminarJo. Muchas gracias :))))))))))
ResponderEliminar