sábado, 1 de diciembre de 2012

2 Como yo os he amado

Estoy haciendo con Carlos, mi chico, un ejercicio bastante chulo. Leemos juntos un libro de un amigo suyo, el sacerdote Donato-Miguel Gómez Arce, y lo vamos comentando. El libro se llama "Todo sobre mi Padre" y recoge unas charlas que dio Donato para un grupo de la Renovación Carismática (los lalalás, como les llama Carlos). Y es una auténtica delicia.

Te dejo por aquí una parte que me ha encantado:

"Dice Jesús en uno de los pasajes que nos da un Mandamiento nuevo, y si nos da un Mandamiento nuevo es porque ha superado todos los demás, todos los del Antiguo Testamento, que son muchos. Y dice, Juan 15, 9: -'Como el Padre me ama a Mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor'-.

Como el Padre le ama a Jesús así Jesús nos ama a nosotros. Y nos invita a permanecer en el amor de Jesús que es como el del Padre. Permanecer en un amor divino paternal, divino filial, divino fraternal, cristológico, de Dios. ¿Qué quiere decir eso? Que el primero que ha cumplido el Mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo ha sido el propio Dios, el propio Jesús. ¿Qué significa eso? ¿Cómo nos ama Dios? Dios nos ama como a sí mismo. Y ¿qué significa que Dios nos ama como a sí mismo? No que nos ama desde arriba porque, claro, Él es Dios, y tiene que querer todo lo que ha hecho, si no, menudo fiasco. Y nos ama ahí a los pobrecillos que estamos abajo que no nos enteramos de la misa la media. ¿Qué va a hacer con esos pobrecillos? El amor de Dios no es un amor vertical, de arriba abajo, como a veces nos ocurre a nosotros cuando amamos, que amamos por encima del hombro, y amamos con una relación de poder, porque claro, yo te amo, y contento puedes estar con que yo te quiera. O a veces amamos para que nos amen, y amamos de abajo arriba y cuando decimos te quiero, estamos diciendo: por favor, quiéreme.

Dios ha superado estos dos amores. El Padre me ama a mí como el Padre ama al Hijo. El Hijo te quiere a ti y me quiere a mí de la misma manera. Y Jesús me quiere a mí como quiere al Padre. Por tanto, la relación entre Dios y el hombre, entre Dios y tú, entre Dios y yo, es una oración y es un amor horizontal. Me ama como al mismo Dios. Me ama como Dios. Y ahí yo entiendo más todavía, el que Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios. ¡Cuánto le tenemos que importar a Dios! ¿Cuánto le tengo que importar a Dios para que me quiera como a Dios? Ahí está la dignidad de cada uno de nosotros. Dios nos ha revelado que nuestra dignidad no es humana, sino divina. Por tanto, se entiende ahora cuando poco más tarde dice: -'Mi Mandamiento es este, amaos los unos a los otros como yo os he amado'-. Es decir, la relación de amor con Dios y la relación de amor con los demás no es como a mí mismo, con mi nombre y apellidos, porque eso ya lo ha superado Dios. Sino amar a Dios y al prójimo como Dios mismo me ama, con esa misma fuerza, con esa misma dignidad divina, con esa misma intensidad y con esa misma profundidad.

Yo cuando descubrí esto, se me cayeron todos los esquemas. Porque cuando uno entiende que Dios le ama, con la fuerza de Dios, se transforma todo el pasado, todo el presente, y toda la vida".



2 comentarios:

  1. En verdad, precioso, haber escuchado tanto ese mandamiento pero nunca haberlo visto desde la perspectiva de que Dios nos ama como a sí mismo, ¡Menuda dicha! Y lo más importante aun aprender a amar a nuestros hermanos del mismo modo. En verdad, me encanto!

    ResponderEliminar
  2. Pues descubrí tu blog gracias a Buenas noticias y Religión en libertad. Y pensé que este libro podría gustarte: www.mariologia.org/josemariaperezlozano.doc (sobre todo la tercera parte). Ojalá puedas, podamos, llover sobre el mar...

    ResponderEliminar

 

y en tu camino seré el andar Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates