lunes, 3 de septiembre de 2012

0 Pedid y recibireis

Tendemos a pensar que para cumplir los mandamientos hay que tener un autocontrol brutal y ser una especie de superhombre o supermujer que es capaz de dominar sus pensamientos y sus actos. Supongo que por eso hay gente que piensa de los cristianos que somos unos reprimidos amargados, y desde luego lo seríamos si actuásemos de esa forma.

Pero no va por ahí la cosa. Es muuucho más sencillo. Si quieres amar más y mejor, que es de lo que se trata, solo tienes que pedirlo. ¡Así de fácil! Cuando a un niño pequeño se le estropea el juguete no intenta repararlo; lo levanta hacia su padre y pide: ¡¡Arréglamelo!! La relación con Dios que mejor funciona es algo parecido. Coge tu corazón, álzalo hacia el Padre y grítale que te lo arregle. Pero no lo hagas "a ver si funciona". Hazlo sabiendo que funcionará, y déjale actuar.

Hace no mucho le estaba dando yo la vara a mi confesor con determinadas cosas que sabía que no estaban bien, pero no podía evitar hacerlas. Era superior a mis fuerzas. Cuanto más me desesperaba por dejar de hacerlas, más irresistibles me resultaban. Y este chico me dio un consejo bastante sabio: No te preocupes tanto. Tú sigue acercando tu corazón a Dios, y llegará un momento en que eso que intentas evitar a todas horas ni siquiera te apetecerá. Ya no "pegará" contigo.

Esta mañana he comprobado (imagínate mi asombro) cuánta razón llevaba el hombre. Hubo una santa, no recuerdo cuál, que decía que, si la gente conociera el poder de la Eucaristía, habría que regular la entrada a las iglesias con policías. Lo mismo pasa con la oración. Pide y recibirás. Y ojo que no digo "pide que igual recibes". No, no. Pide y recibirás, seguro.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

y en tu camino seré el andar Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates