Hace muchos años leí un chiste que me pareció muy divertido. Decía algo así:
El ministro de Sanidad estaba dando el discurso de inauguración de un innovador y carísimo centro de rehabilitación para toxicómanos. Terminó con estas parabras:
"... Y si este centro sirve para rehabilitar a un solo joven, todo el gasto y el esfuerzo que hemos invertido habrán merecido la pena."
Al término del acto, uno de los periodistas que cubría el evento se acercó al ministro y le preguntó:
- Pero señor Ministro, ¿no le parece a usted que ha exagerado un poco diciendo que si se consigue recuperar a un solo joven todo este gasto habrá merecido la pena?
A lo que contestó el ministro:
- Si ese joven fuera mi hijo, no.
Aquel chiste es el motivo de que me haya animado a abrir este blog. Porque si algo de lo que cuento aquí te sirve de algún modo a ti, que eres mi hermano, ¿no habrá merecido la pena todo el esfuerzo del mundo?
Muy bonita introducción. A mí sí me vale tu blog, está llena de razones para alimentar la fe y de matices que lo hacen diferente a los discuros faraonicocatólicos (me acabo de inventar la palabra) que tanto aburren y que distancia a los jóvenes de la iglesia.
ResponderEliminarMuchas felicidades Susana, alguien que pone en un blog su teléfono móvil solo para escuchar al que tiene problemas o inquietudes, créeme, merece mucho la pena.
Saludos
V. Clavero.
Jo, gracias :))))))
ResponderEliminarPues si a ti te vale, lo sigo haciendo . Mil gracias, me animan mucho estos comentarios, la verdad. Es agradable sentirse útil.
De nada, eres todo corazón, no te conozco en persona pero sí siento tu alma, y eres AMOR y comprensión. Felicidades,no cambies.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga.
V. Clavero.
Qué va. Soy egoísta, egocéntrica y egotodo. Es solo que de vez en cuando dejo que sea Cristo el que hable por mí, jejejeje. Se puede decir que tengo un negro. Y el resultado, como que mejora :)))))
ResponderEliminarAcabo de llegar a tu blog "como por casualidad", derivada de otro... ¡cosas del facebook! y me han gustado tu disponibilidad y tus palabras... me anima en mi camino y me ayuda a pensar, una vez más como Dios sigue acompañándome aunque muchas veces no me de cuenta o quiera no hacerlo.
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